Se llama Abu Haiba y ha hecho realidad el sueño de su vida: renovar el
Islam a través de la música. Hace tres años dio con la fórmula y puso en
marcha un canal musical que mezcla pop y religión: 4Shbab, un canal con
sede en El Cairo que se publicita como 'la MTV del Islam'.
En 4Shbab
la religión musulmana se canaliza en forma de vídeos musicales,
festivales y concursos que tienen por objeto difundir el mensaje divino
en el lenguaje de los jóvenes. Se trata, en palabras de Haiba de hacer
que Dios llegue a todos aquellos, que no escuchan los sermones en las
mezquitas.
El mismo enfoque innovador del Islam lo ha promovido en el ámbito de la
moda Yasmine Mohsen, modelo en la portada de muchas publicaciones, que
impulsó los desfiles de la mujer musulmana con atuendos occidentales
combinándolo con su mayor signo de identidad: el velo.
Críticas en los sectores más reaccionarios
Abu Haiba y Yasmine arriesgaron a la hora de renovar el rostro del Islam
y sus iniciativas les han valido numerosas críticas por parte de los
sectores más reaccionarios y de las autoridades religiosas. “Todo esto
es el Islam americano, el que se nos quiere imponer” afirma indignado
uno de los jeques más influyentes de la sociedad egipcia en este
documental.
Los reformistas insisten en que todo lo nuevo da miedo, sobre todo
cuando se toca la religión y el velo islámico. Por ello, instan a la
sociedad a dar un paso adelante en la conservación de sus costumbres
cambiando las formas. “Las mujeres quieren desfiles decentes y los
jóvenes quieren videoclips, que estén dentro del respeto a la tradición
musulmana”, nos cuenta Yasmine.
El papel de las mujeres y los jóvenes
“Pop Islámico” refleja muy bien las incipientes transformaciones
sociales que se están produciendo en el mundo musulmán por parte de las
mujeres y de los jóvenes. Pero a la vez, se muestra también, cómo la
renovación choca con los guardianes de la ortodoxia, que han visto en
estos cambios, un ataque directo a sus intereses.
Aún queda camino por andar en la cultura musulmana como aseguran Abu
Haiba y Yasmine. Ninguno piensa ceder a la presión de la parte más
poderosa de la sociedad, máxime cuando ahora muchos países se debaten
entre las diferentes maneras de entender el Islam.